A todos nos ha pasado alguna vez. Justo cuando estás a punto de salir de casa te das cuenta de que tu teléfono móvil se está quedando sin batería. Necesitas que esté operativo, pero no tienes mucho tiempo para cargarlo y sabes que se apagará antes de que puedas utilizar un enchufe. ¿Qué haces? Si no dispones de una batería portátil, no te quedará más remedio que conectarlo a la corriente durante unos minutos y esperar que sea suficiente. En estos casos es importante sacar el máximo partido posible a ese breve tiempo de carga.
En el blog «MacWorld» encontramos algunos consejos realmente útiles para optimizar estas «cargas relámpago» en el caso concreto de los teléfonos iPhone. Lo primero que tienes que hacer es apagar el dispositivo o, al menos, activar el «modo avión». El razonamiento no puede ser más sencillo: si evitas que tu móvil consuma batería (con el uso de la Wi-Fi, servicios de ubicación, todo tipo de aplicaciones…), el proceso de carga será mucho más veloz. El modo avión es una buena alternativa si no quieres apagar y volver a encender tu iPhone.
El segundo truco no es tan evidente. Si utilizas una carcasa o funda para proteger tu teléfono, quítasela antes de iniciar la carga. Está probado que cuando los iPhone se calientan en exceso, algo relativamente común al conectarlos al cargador, la batería se consume más deprisa. Retirando esta clase de accesorias ayudarás a que se refresque y no sume todavía más temperatura, de modo que cuando decidas finalizar la carga no estará tan caliente. Su consumo a partir de ese momento no será tan rápido.
El último consejo ha sido objeto de debate entre numerosos usuarios de Apple. Consiste en usar el cabezal de enchufe de un iPad en lugar del que viene incluido con el iPhone. Los cabezales de las tabletas, algo más aparatosos, consiguen acelerar la carga de forma considerable. Aunque algunos internautas han asegurado en foros de opinión que poner en práctica este truco puede causar daños en el teléfono, no hay ninguna evidencia sólida de que esto ocurra. De hecho, los propios fabricantes han confirmado que los cabezales son compatibles con ambos dispositivos.
¿Quieres comprobar con tus propios ojos que estas triquiñuelas realmente funcionan? En el canal de YouTube BI Tech los han puesto a prueba. Realizan dos cargas de cinco minutos en el mismo iPhone, primero sin emplear los trucos y después aplicándolos. El resultado es cuanto menos llamativo: mientras en la primera carga se consigue sumar un 3% de batería, en la segunda se obtiene el doble, un 6%. Obviamente, en tan poco tiempo sólo caben diferencias mínimas; pero cuando el tiempo apremia, cualquier porcentaje resulta interesante.